Con motivo de este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, hemos hablado con diferentes figuras femeninas del ecosistema emprendedor para que nos den su visión sobre la situación de la mujer en el mismo.
La realidad es que las emprendedoras siguen siendo minoría en el ecosistema. Según el último Mapa del Emprendimiento South Summit 2020, sólo el 18% de las startups españolas están fundadas por mujeres, un punto por debajo que los datos del año anterior.
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“El emprendimiento femenino sigue siendo una asignatura pendiente, no sólo en España sino a nivel global pero no hay que verlo como un problema sino como un reto”, explica en una entrevista Sofía Benjumea, directora de Campus Madrid de Google for Startups, quien asegura que a pesar de estos datos “sabemos que las startups que lideran ellas fallan menos que las que son fundadas por hombres”. En concreto un 27% frente al 59% en el caso de los proyectos puestos en marcha por ellos.
Una de las barreras que Benjumea ve aún “más alta” es la financiación. Según el informe de “State of the European Tech” de Atomico de 2019, 92 dólares de cada 100 fueron destinados a startups fundadas por hombres, un porcentaje que de hecho no “parece haber mejorado en los últimos años”, explica.
A juicio de la directora del espacio de coworking de Google en la Capital, la falta de referencias es una de las principales causas que explican este bajo porcentaje de presencia femenina en el ecosistema.
Para Benjumea es necesario dar visibilidad a las mujeres que están marcando el camino y asegura que en España, hay grandísimas emprendedoras al frente de proyectos no sólo altamente innovadores, sino también altamente rentables como Carlota Pi (Holaluz), Lupina Iturriaga (Fintonic), Andrea Barber Lozano (Rated Power) o Marta Zaragoza (Declarando). “Para animar a las nuevas generaciones a emprender es importante que vean ejemplos, si ellas pueden, yo también”.
Este ha sido siempre el lema de Lupina Iturriaga, cofundadora de Fintonic, quien explica que además de la falta de financiación, existen otras barreras peores: las que se imponen las propias mujeres.
“Cuando viene alguna mujer a cubrir un puesto en la startup siempre pone por delante su situación personal. Conciliación, niños… Por supuesto que eso es importante, yo misma soy madre, pero yo quiero que luches por tu valía como trabajadora, por tu sueldo, porque quiero que veas que además de madre también eres una gran profesional”, explica Iturriaga.
La cofundadora de la fintech narra que su experiencia no ha sido en ningún momento negativa y asegura que incluso el hecho de ser mujer le ha beneficiado, sobre todo para ponerle pasión, energía y empatía a su proyecto. “Cuando estás haciendo algo como Fintonic, que se centra en ayudar a los demás, tienes que ponerte en los zapatos del cliente, saber sus necesidades y anticiparse a ellas y ayudarle a tomar mejores decisiones. El hecho de ser mujer te ayuda con la empatía, entenderles y darles soluciones”.
En este sentido, según el Mapa del Emprendimiento, las fintech, sector al que pertenece Fintonic, son la actividad en la que más fundadoras de startups hay.
Esta emprendedora, cuya familia no estaba muy convencida en un primer momento de que se metiera en un proyecto desde cero, ha conseguido hacer real una idea innovadora y ser madre de tres hijos mientras tanto.“No hay que ponerse límites a uno mismo. Yo he tenido tres hijos siendo emprendedora, el primero era un bebé cuando comenzamos con todo esto y he podido. Si yo puedo todo el mundo puede, no soy ninguna especie rara”.En el caso de María Martín, cofundadora de Tiendeo, también asegura que no se ha sentido desplazada aunque «lo que sí que he ido viendo con el tiempo es que es un sector en el que hay poca presencia de chicas. Esto hace que, sobretodo al inicio del proyecto en procesos de inversión, te genere desconfianza».
En esto coincide Andrea Cayón, cofundadora de Passporter, quien asegura que, aunque no ha tenido ninguna dificultad como tal, sí ha experimentado diferencias que han hecho que tuviera que demostrar más. “Muchas veces sí he tenido que hacerme hueco en un ecosistema protagonizado por puestos masculinos”, señala y añade que “en muchas ocasiones sigo siendo la única mujer sentada en la mesa”.
En cuanto a las barreras que existen en el ecosistema, Eva Martín, cofundadora de Tiendeo, cree que en el día a día «no somos conscientes de las barreras a las que se enfrentan las mujeres en este ambiente, pero luego son los pequeños detalles que hacen que te des cuenta de las dificultades que tenemos las mujeres en este mundillo».
A juicio de Cristina Rodríguez, fundadora y CEO de Mumablue la principal barrera que existe “son las etiquetas que nos ponen los accionistas e inversores y el propio ecosistema empresarial”. Para esta emprendedora existe una gran lista de perjuicios con los que las mujeres tienen que lidiar día a día.
En lo que sí coinciden estas seis emprendedoras es en la importancia de dar visibilidad a las mujeres que han conseguido logros en sus carreras profesionales, no sólo darlas a conocer a la sociedad, sino en los colegios, dejando a un lado los modelos masculinos y creando referentes femeninos en los que se vean reflejadas las niñas que en un futuro formarán parte del ecosistema empresarial del país.
Por: https://www.elperiodico.com/