La presidenta de Cotec, Cristina Garmendia, defiende en un foro de Redit la inversión en educación, tecnología, industria y sanidad
Dice el Premio Nobel Finn Kydland que, a diferencia de los desastres naturales, esta pandemia deja intactas las infraestructuras físicas. Una idea que retoma la presidenta de la Fundación Cotec para la Innovación, Cristina Garmendia, para reivindicar la inversión en lo inmaterial, durante su participación en el Foro de Consejeros de la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunidad Valenciana (Redit). Intangibles como la innovación, clave en esta reconstrucción inusual.
Aunque Garmendia especifica que hay dos maneras de abordar este reto. «Como pasa con los terremotos, uno puede hacer dos cosas: reparar los desperfectos sin más o replantear la manera de edificar desde los cimientos para un menor impacto en el futuro», afirma.
Claramente, la experta se decanta por la segunda opción y, aunque defiende la innovación como gran transformador, también aboga por la participación y el liderazgo. «Es una necesidad imperiosa», apunta. «Necesitamos líderes que nos señalen el camino por el que hay que avanzar y que sintamos que nos movemos en la dirección correcta».
Habla de un liderazgo compartido entre lo público y lo privado. «Es urgente repensar su relación», alerta. Por un lado, reivindica el papel de las administraciones públicas como sujetos innovadores en sí mismos. Por otro, apuesta por un modelo de empresa que trabaje activamente por el bien común, aunque reconoce que es «difícil la sostenibilidad económica en la cuenta de resultados sin una sostenibilidad social o ambiental». «La oportunidad es única, no tendremos otra como esta», añade.
En esta reconstrucción, Garmendia cita tres transiciones «tectónicas»: de lo analógico a lo digital, de lo lineal a lo circular y de lo material a lo intangible. «El camino lo va a marcar la economía circular, no es una tendencia, es un cambio de paradigma en la manera de consumir y producir, que va más allá de las bondades ambientales para Europa y que afecta a su menor dependencia de terceros y mayor soberanía tecnológica», defiende.
Sin embargo, España no presenta buenos datos. Si en 2017, se encontraba en el grupo de países europeos con más productividad de los recursos; en 2019, perdió posiciones. «Nos recuperábamos de forma acelerada, pero lo hacíamos asumiendo riesgos y desequilibrios», argumenta, aunque sostiene que «estamos a tiempo de reconducir esta tendencia».
España tampoco puede presumir de inversión en intangibles. «Vamos retrasados», confiesa. Mientras que en EEUU el movimiento de los flujos de inversión es «espectacular», «en Europa vamos rezagados». Garmendia critica que «incluso la regulación no recoge bien la medición de esta realidad». Esto significa que una parte relevante del cambio no aparece reflejado en los balances empresariales ni en las encuestas nacionales. «El intangible más reconocible que existe, que es la propia I+D, se empezó a considerar como tal desde 2015».
Garmendia señala que hay cuatro pilares inmateriales claves para la reconstrucción. «Sin cimientos sólidos es difícil que volvamos a aguantar futuras crisis». El primero son las capacidades educativas. «Tiene que ser la política económica más importante de un país». Un informe de Cotec evidencia que el salto precipitado a la enseñanza digital de las escuelas españolas tiene un impacto muy negativo en el aprendizaje de todos alumnos y peor en aquellos que se encuentran en condiciones vulnerables.
El segundo pilar son las capacidades tecnológicas. «En los últimos meses por fin hemos puesto a la ciencia donde tiene que estar», subraya. El tercero, las capacidades industriales. En este sentido comenta que durante la pandemia se ha producido un «salto cuántico» en los modelos productivos, gracias a la fabricación aditiva, distribuida o a las redes de nodos. «Esta manera de trabajar en red es una oportunidad para la industria».
Por último, la presidenta de Cotec destaca las capacidades sanitarias como cuarto pilar para la reconstrucción del país. La pandemia puso de relevancia que «no teníamos los cimientos adecuados en madurez digital». Su fundación presentó un informe en marzo que concluía que «tenemos una altísima variabilidad en madurez y grado de adopción entre las comunidades autónomas, que se convierte en una fuente muy preocupante de desigualdad». Garmendia concluye: «Digitalizar nuestro sistema nacional de salud es urgentísimo».
El presidente de Redit, Fernando Saludes, destaca el modelo éxito de la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana. Con 1.750 profesionales del ámbito científico y tecnológico o 880 proyectos de innovación en 2019, dice que es la «primera red de pymes de España». También subraya su papel de captación de fondos, con 18,8 millones de euros.Un puente entre España y América LatinaLa Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana (Redit) ha firmado un convenio de colaboración con el banco de desarrollo de América Latina CAF que tiene como objetivo promover la innovación empresarial y el desarrollo tecnológico en los países del sur del continente americano.
El compromiso también promoverá el intercambio y difusión de información y metodologías; la generación de conocimiento a través de investigaciones; compartir experiencias entre los distintos centros tecnológicos en los países accionistas de CAF, además de la realización de actividades de formación y difusión y el apoyo a las pymes en sus proyectos de internacionalización y para el acceso a fondos de cooperación.
José Antonio García Belaúnde, representante de CAF en Europa, destaca que «este memorando contribuye a seguir construyendo puentes entre España y América Latina en materia de cooperación. En este caso, la finalidad es generar un conocimiento práctico que ayude a mejorar la productividad de las pymes latinoamericanas y que también contribuya a superar la crisis generada por la Covid-19».
Por su parte, Fernando Saludes, presidente de Redit ha asegurado que «la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana cuenta con décadas de experiencia de apoyo a las pymes y, gracias a esta nueva vía de colaboración, este conocimiento acumulado servirá para fortalecer el tejido empresarial y la calidad de vida de ciudadanos de otras latitudes, a través de la consolidación de modelos productivos basados en el conocimiento, la innovación y la tecnología».
El memorándum suscrito por CAF y Redit obedece al interés de ambas instituciones por aunar esfuerzos para fomentar la cooperación entre los centros tecnológicos de América Latina y generar conocimiento a través de la realización de estudios en materia de industria e innovación.